Todo parece indicar que esto se salió de madre y no precisamente porque Trump las haya enviado a explotar en el Medio Oriente. En nuestro país la vida, que es el mayor activo, vale muy poco… Menos que un celular. Los dineros públicos que debería ser sagrados cada vez son más apreciados por la insaciable corrupción. Los bienes ajenos no dejan de ser codiciados por los demás; sino pregúntele a los que se quedaron con el dinero de las libranzas. El narcotráfico, el lavado de activos, el contrabando y la evasión siguen siendo un atajo para obtener ingresos. Pero lo más triste, aberrante, doloroso y que muestra lo bajo que hemos caído, lo estamos viendo con lo que le está pasando a nuestros niños. Los titulares de los medios de esta semana no pueden ser más escalofriantes: “Cada día se conocen 48 agresiones sexuales contra los niños en el pais.” Cuesta trabajo entender no solo el número, lo mas complicado, es que lo usual; es que el victimario sea alguien del circulo más cercano de la víctima.

Honestamente no se que nos pasó, pero todo parece estar fuera de orden. Tenemos que reconocer que no vamos por buen camino y que existen problemas estructurales que debemos resolver como sociedad, que no puede tener como único objetivo acabar con el conflicto.

El problema sin duda alguna es de valores o de la pérdida de los mismos. Tenemos dificultad en reconocerlo, pero mas en afrontarlo. Mal que bien, creo que todos hemos sido indiferentes. Nos hemos acostumbrado, convivimos con ello. Todos hemos hablado de la corrupción, de los malos gobernantes, del flagelo del narcotráfico y de la inseguridad. Hemos condenado el maltrato a las mujeres y los abusos de los niños. Hablamos mucho pero realmente hacemos poco, al menos que nos haya tocado cerca o seamos la víctima.

El problema es estructural, no se arregla solo y lo mas seguro es que nos toque comprometernos en hacer algo para que esto cambie. Personalmente, creo que no basta con elegir bien. Al final, es poner todas las esperanzas en que otro va venir a hacer la tarea por mi.

La misión parece compleja, pero tengo la esperanza que tengamos acciones a nuestro alcance. Si el problema es de valores, ¿preguntémonos estos donde se inculcan? ¿Cómo se enseñan?

Toca volver a lo básico. Como antes y como debería ser siempre… En casa, siendo coherentes y con buen ejemplo. La verdad es que hoy hemos descuidado la familia; por el afán, por estar ocupados generando ingresos. Nos hace falta dedicarles tiempo, atención y amor.

Debemos recupera la familia como núcleo fundamental para educar y generar transformaciones en una sociedad.

Debemos recuperar la autoridad, el respeto y el orden.

Los filósofos del derecho dicen qué hay quienes cumplen la norma por que les nace, pero otros; por el miedo a la sanción. El que incumple el acuerdo del contrato social debe tener una sanción juridica impuesta por el estado. ¿Y nosotros que? Tambien tenemos posibilidades: denunciar, imponer la sanción moral y exigir respeto.

El cambio siempre esta en nuestras manos, pero en esta oportunidad, está en nuestras familias. Debemos dar ejemplo ejemplo dentro de ellas, ser coherentes para poder inculcar valores. Que se note que estamos haceindo el mejor esfuerzo por ser mejores seres humanos. Que los regalos que le hagamos sean; de tiempo, respeto y amor.

P.D.

* Se acerca el día de la madre y ya que las mencionamos tanto acá, les deseamos lo mejor, para que sigan siendo el soporte fundamental de nuestras familias.