Primero la Familia
Hace un par de semanas al acompañar a mi hija a que la recogiera el bus, se me acercó con la inocencia a flor de piel y me dijo: “¿Sabes algo papi? Estoy muy triste”. Yo inmediatamente le pregunte el porqué. Ella me respondió que ya casi no me veía. La cosa no paro ahí.