Debo confesarles que todavía tengo la boca abierta y que no me fui de espaldas porque mi Dios es muy grande. No sé si a ustedes les pasó lo mismo que a mí o no, pero estoy seguro que las declaraciones que dio Ernesto Samper esta semana, dejaron a la mayoría de los colombianos fríos y aterrados. Insólito lo cara dura que pueden llegar a ser algunos de nuestros líderes. El famoso presidente del ‘Proceso 8.000’, sin espabilarse, ni sonrojarse, le dijo al país que él RENUNCIABA a su fuero como expresidente para que la JEP pudiera esclarecer los hechos de guerra ocurridos en su gobierno y para atender los requerimientos de la Comisión de la Verdad.

Sí señores. Aunque ustedes no lo crean, así fue. Eso se atrevió a afirmar el personaje al que le entró un elefante a su casa y no se dio cuenta. Ahora él quiere ir a la Comisión de la Verdad. ¿A hacer qué señor Samper? La verdad la debió haber dicho hace muchos años y no salirnos con el cuentazo de que “todo fue a sus espaldas.” ¿Ahora para qué renuncia a su fuero? ¿Por qué no renunció a éste cuando lo investigaba la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, por el ingreso a su campaña de ríos de dinero provenientes del narcotráfico?

¿Ya para qué Dr. Samper? De su presidencia lo que nos interesa conocer a los colombianos es la verdad plena de cómo quien se convirtió en jefe de Estado permitió semejante inmoralidad. ¿Por qué no nos cuenta eso más bien? Ya deje de dar tanto la espalda y mírenos de frente.

El mundo francamente está al revés. Ahora parece que el exmandatario nos quiere dar ejemplo de sinceridad, transparencia y de buen actuar. Honestamente sigo asombrado; no por la propuesta, sino por su cinismo. ¿Con qué autoridad moral invita a los demás expresidentes a que renuncien a su fuero? Ahora resulta que el presidente del paquidermo quiere convertirse en el adalid de la verdad en Colombia.

No puede uno sino sentir vergüenza de su cinismo.

Este cinismo es el que tiene a la política y a los partidos desprestigiados. Este cinismo es el que tiene a la gente mamada y sin creer en nada ni nadie. Por este cinismo es que a los jóvenes les da lo mismo 8 que 80. Por este cinismo es que se han debilitado las instituciones y se ha perdido el rumbo de este país.

¡No aguantamos más!

Necesitamos recuperar la credibilidad del servicio público como el vehículo para servir, precisamente, a crear desarrollo y mejorar la calidad de vida a los demás. Debemos recuperar la política para que esta sea un modelo a seguir que inspire y lidere transformaciones en la sociedad. Buscamos restaurar la política como un escenario para el debate de ideas y el intercambio constructivo de argumentos.

Si queremos recuperar al país, necesitamos que la política esté enmarcada por valores, principios y ética, y no por la máscara del cinismo, el fraude y la impostura.

Parémosle-Bolas que el poder de cambiar el rumbo, sí está en nuestras manos. ¡Nosotros somos los que elegimos y moldeamos nuestra realidad política y económica! ¡Llegó la hora de cambiarle la cara a esto!

PRÓRROGA

Celebramos la alianza Uribe – Pastrana para La Reconstrucción del País. ¡En buena hora!