INDIGNACIÓN
Si uno quisiera resumir en una sola palabra lo que está pasando por la cabeza y el corazón de la gran mayoría de los colombianos, esa palabra sería: INDIGNACIÓN.
El país se acostó esta semana con la noticia de que Timochenko va ser candidato presidencial por el nuevo partido político de las FARC y que los más allegados compinches del líder guerrillero irán al Congreso de la República. Una pesadilla. ¡Hágame el favor! Francamente el mundo está al revés.
Cómo no vamos a estar indignados si por todo lado se dijo que esto no iba a pasar. Nos afirmaron que las personas que cometieron crímenes de lesa humanidad no podrían ejercer sus derechos políticos. Lo dijo Santos en un debate en la campaña presidencial pasada donde aseveró que “cualquier persona que haya cometido crímenes de lesa humanidad tiene que ir a la cárcel, eso lo dice la constitución colombiana y la legislación internacional.” El expresidente Gaviria, quien fuera el jefe de campaña por el SI, soltaba la carcajada cuando se le planteaba la hipótesis de que Timochenko se fuera a lanzar a la presidencia. ¿Cómo no vamos a sentir indignación con esa risita sarcástica?
La cruda y pura realidad es que nos mintieron. Pero lo bueno es que por primera vez en estos últimos años de tan dura discusión, creo que tenemos un punto de encuentro los del SI y los del NO. A todos sin excepción nos engañaron. Hoy nos encontramos con que muchos están diciendo: “se lo dije”. Los otros están profundamente arrepentidos de su decisión en la urna.
Al final, la gran mayoría estamos indignados con lo que le está pasando al país. En el fondo eso es realmente lo relevante y trascendente. Nuestro punto de encuentro en lo fundamental como diría el Dr. Álvaro Gómez. Ya no importa cómo votaste, la historia sirve para muchas cosas, entre ellas, para aprender de ella, para no repetir los errores del pasado, para cambiarla y avanzar.
Los indignados de este país debemos hacer un frente común y unirnos. Ahora, en este mundo que parece estar al revés, la sociedad quiere ser mostrada como si hubiésemos sido los victimarios de las FARC y no las víctimas. Señores! Por Dios, La mayoría de los colombianos somos buenos; gente trabajadora, amable, familiar, de principios y con una historia republicana y democrática de siglos.
No se nos puede olvidar quiénes fueron los que atentaron contra la democracia, las instituciones, la vida, la libertad y la propiedad privada, cometiendo crímenes atroces. ¿Cómo no estar indignados, si todo parece indicar que en las discusiones que se dan en el Congreso sobre la JEP, algunos congresistas y el gobierno pretenden permitir la participación en política a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad y dejarlos en la total impunidad?
Parémosle-Bolas y unamos para generar una sanción moral y social masiva de rechazo contra la incursión política en impunidad de las FARC y sus candidatos “espurios” y salgamos a votar en contra de los políticos que estén a favor de esta iniciativa legislativa que tanta indignación nos ha causado.
Prórroga:
Una cosa es el ejercicio del de derecho legitimo a la protesta y otra muy distinta es utilizar la violencia y las vías de hecho para bloquear el país.
Gonzalo
INDIGNADO, INDIGADO Y DESILUCIONADO DE UN PUEBLO MÍSERO Y COBARDE….ESA POSTULACION, EN PRIMER LUGAR, SE LA DEBEMOS A UN TRAIDOR COMO SANTOS Y SUS SECUACES. EN SEGUNDO LUGAR, PORQUE ES UNA TRAMPA MONTADA POR FARCSANTOS PARA QUE ELIJAMOS A UNO DE SUS ALLEGADOS RASTREROS COMUNISTAS QUE ESTAN COMO CANDIDATOS, MIENTRAS LOS DEMOCRATAS SE PELEAN POR PENDEJADAS…..LO UNICO QUE SÉ, ES QUE COLOMBIA NO ES VENEZUELA Y ESTA PATRIA NO LE ABURRE EN LAS GUERRAS, LAS AMA….
Álvaro patino a.
Nunca, jamas podemos permitir los colombianos de bien que estos asesinos vayan a gobernarnos, y no es sólo estos escritos suficientes, habrá que hacer algo más . Veremos..
Ala/Bogotá.
Gonzalo
CUENYEN CON MIGO…PARA LO QUE HAYA QUE HACER……CUALQUIER COSA…