Estamos en plena campaña presidencial y nuestra región debe tener claro cuales son sus principales retos a futuro, para poderlos insertar dentro del Plan Nacional de Desarrollo y en el presupuesto del próximo gobierno. Esto es clave especialmente por aquellas grandes apuestas de desarrollo regional que requieren recursos significativos.

La tendencia que hemos tenido siempre ha sido a enfocarnos en los proyectos de infraestructura, que sin duda son estratégicos y de colosal importancia. A ellos no me pienso referir, ya que un grupo de instituciones que trabajan en pro del desarrollo de la región como la FDI, quien lidera y articula estos procesos de la mano de otras entidades como la ANDI Valle, la Cámara de Comercio de Cali, el Comité Intergremial y Empresarial del Valle, Invest Pacific y la Unidad de Acción Vallecaucana.

Los otros retos a los cuales debemos Pararle-Bolas son:

1. Resolver la deuda histórica en lo social con Buenaventura y generar su fortalecimiento institucional.

Sin lugar a dudas existe el pleno consenso que el Pacífico es el futuro y que Buenaventura es su capital. Pero también es claro que no vamos a poder tener futuro promisorio si no trabajamos todos para impulsar el desarrollo integral de la ciudad. Estamos claros que tenemos una deuda social histórica por resolver. Se requiere soluciones de fondo frente a las necesidades básicas insatisfechas (agua, salud y educación). De igual forma el próximo gobierno debe empeñarse por crear oportunidades de ingreso y empleo que no dependan exclusivamente del sector portuario. Ya existe el fondo y el compromiso de invertir $1.6  billones y debemos asegurarnos que se inviertan bien y que logremos por fin catapultar esta anhelada transformación. A Buenaventura siempre le han llegado recursos, pero se los han robado. No podemos dejar que se repita esa oscura historia.

Por otro lado, en Buenaventura la institucionalidad no puede estar más debilitada. No hay confianza y credibilidad en ella. Esto es gravísimo y recordaran que en el libro “¿Porqué Fracasan los Países?” la causa encontrada fue esa, la ausencia de instituciones fuertes impide la construcción de desarrollo sostenible. Si no fortalecemos la institucionalidad en Buenaventura, estamos condenados al fracaso y al surgimiento de movimientos populistas que quieran crearla de manera paralela y artificial.

2. Narcotráfico e inseguridad

El resurgimiento del mayor flagelo que ha tenido este país es absurdo en nuestra región. Han crecido de manera tenebrosa las hectáreas cultivadas de coca.  Los laboratorios iluminan las noches de nuestras laderas. Son tantos que en una noche oscura parecen pesebres. Ni hablar del microtráfico, que se ha tomado las ciudades y está acabando con nuestros jóvenes pues ya toca la puerta de las escuelas.

La inseguridad que hoy se ha tomado en gran medida a las ciudades, al campo de nuestra región y del país, está directamente relacionada con el narcotráfico. Crecen los robos de celulares, al comercio y a los hogares. Se ha desatado en los últimos meses una serie de asesinatos y atentados sicariales a la antigua usanza. Volvió la guerra entre traqueteos. Nos llegó nuevamente esa oscura noche.

Esto definitivamente es un reto y no lo podemos dejar crecer más. Debemos recuperar el orden, la autoridad y el imperio de la ley. Los gobiernos locales han intentado dar la batalla, pero necesitan del respaldo del gobierno nacional y del sistema de justicia. Solos, no pueden ganar esa guerra.

3. Volvernos en una potencia agrícola, pecuaria y agroindustrial

Históricamente esta ha sido una de nuestra fortalezas. No podemos negar que gran parte de nuestro desarrollo se ha generado gracias a este sector. Sin embargo, podemos dar el salto cuántico. Países con una extensión geográfica similar al Valle como Costa Rica, tuvieron la voluntad política de generar el desarrollo agroindustrial y hoy son los mayores productores del mundo en piña.

El Valle debe identificar y definir las potencialidades agrícolas y pecuarias en cada uno de sus territorios; buscar asociatividad para obtener escala y estandarización de calidades, disminuir intermediarios, mejorar la conectividad de sus vías terciarias, en suma, en el fondo requerimos una verdadera política productiva para el desarrollo de estos sectores, una política de Estado.

4. Deberíamos ser los duros de la logística del país

Como lo expresamos al principio, el Pacifico es el futuro y nuestra región está parada ahí. Por nuestra región se mueve más del 40% del comercio exterior del país y el 67% de la materias primas. Nuestro desarrollo logístico ha avanzado pero todavía tenemos todo el potencial por desarrollar. La industria logística está en proceso de sofisticación, pero nos falta mucho. Podemos sin lugar a dudas ser los duros del país si nos empeñamos en dinamizar y optimizar las poleas y los eslabones del desarrollo.

5. Fortalecer la Industria

Así como la agroindustria ha sido clave en nuestro desarrollo, la industria ha sido fundamental. Hemos sido el lugar ideal para el asentamiento de multinacionleas, para la industria nacional y para el surgimiento de empresarios locales con visión nacional e internacional. Hoy tenemos identificados clústeres, tenemos una narrativa de competitividad; pero nos hacen falta las condiciones para disparar todo nuestro potencial.

Quisiera haber podido profundizar más en cada uno de estos puntos y entrar en otros claves como educación y familia. Se los quedo debiendo, pero en el entre tanto Parémosle-Bolas a estos, de ellos depende que acentuemos la senda del progreso y la grandeza de nuestra región pacífico.